jueves, 9 de mayo de 2013

Contarlo en casa

Lo bueno de tener una gran familia es que todo el mundo se implica con lo que te ocurre ya sea bueno o malo. Y lo peor de eso, es que cuando tienes que contar una noticia mala, te duele tanto por los demás que no sabes como hacerlo. 
Contárselo a mi hermana y mi madre fue fácil, siempre nos lo hemos contado todo , antes de toser ya se habían enterado . Ya puedes decir no le digas nada a mi hermana, que hay un correo interno que se chiva de la situación. 

Contárselo a la familia política cuesta más, primos, amigos,....todas aquellas personas que forman parte de tu entorno. Por eso decidí contárselo el mismo día a la madre de mi marido y el sábado que subíamos a comer a la torre al resto. Así por lo menos sólo debería contarlo una vez. Al principio, todo el mundo se lo tomo a cachondeo, cuando de la emoción, las lágrimas quisieron invadir mis ojos, su sonrisa se heló, sin saber que decir muchos de ellos callaron. Mis explicaciones lo mas simples posibles para darle la menor importancia  , reflejaban en sus caras  el susto y la rabia de aquella noticia que fastidiosamente entraba en ese momento en las vidas de todos. 
Un año malo les dije, el año que viene seguro que nos reímos de esto. No hay más, no pasa nada, vamos a poder con esto y con más. Seguro que hasta pierdo estos kilos que me sobran. jijijijijijii

Reírse de los problemas delante de tus amigos, o de tu familia les hace sentirse más tranquilos, aunque a veces decaiga el ánimo, he aprendido a sonreír,  " Una sonrisa y un pañuelo de color " , ese es mi lema para superar este maldito cáncer de mama que se coló en mi vida sin avisar y que saldrá de ella antes de lo que se espera. 

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